Redes sociales: Adicción que afecta el rendimiento escolar de los chicos

Desde la computadora, el celular o una tablet -y sin discriminar el horario-, las redes sociales han acaparado la atención de los adolescentes y, en este momento, están ubicadas entre las tres cosas a las que más tiempo les dedican los chicos de 13 a 18 años

 Desde la computadora, el celular o una tablet –y sin discriminar el horario–, las redes sociales han acaparado la atención de los adolescentes y, en este momento, están ubicadas entre las tres cosas a las que más tiempo les dedican los chicos de 13 a 18 años.

Los sicólogos educativos advierten que extender la jornada hasta la madrugada, conectado al Facebook, el Twitter u otros vínculos, no es lo más recomendable. El efecto búmeran es irremediable, y habituarse a esta actividad hasta la madrugada termina pasándole la "factura" al organismo e incidiendo en el rendimiento escolar del adolescente.

El chico llega a la mañana desganado, malhumorado, somnoliento y sin poder prestar atención a las explicaciones del maestro.

 "Muchas veces, los padres nos vamos a dormir, y el joven se acuesta en su habitación pero sigue conectado a través del celular y no nos damos cuenta", observa Javier Leiro, doctor en Educación y máster en Sicología Infantil. "Los profesores, a veces, nos llaman la atención de lo dormido que está en clase nuestro hijo y nosotros decimos ′si se acostó temprano ayer′, sin saber realmente a qué hora durmió".

Alerta que al no descansar, y, sobre todo, al tener su pensamiento en otras cosas (redes), el chico puede tener un bajón académico que será tan pronunciado como pronunciado sea el tiempo que le dedique a estos menesteres en reemplazo del estudio.

No se trata de un mazazo a la tecnología, sino de cuidar que esto no se traduzca en una adicción que influya negativamente en su comportamiento. En una encuesta callejera, los adolescentes expresan que viven conectados a todas horas y desde donde sea, incluso discuten con padres y maestros que intentan censurarlos.

PRO Y CONTRA. Para Zunilda Villanueva, presidenta de la Asociación de Psicólogos del IPS, el uso de las redes facilita las relaciones entre las personas, evita todo tipo de barreras tanto culturales, como físicas. Además, ayuda al aprendizaje integral fuera del aula escolar. Sin embargo, requiere del control de los padres, porque su uso indiscriminado influye en la conducta de los chicos.

"Pueden ocasionar daños e inclusive modificación de la conducta cuando el adolescente viene arrastrando inconvenientes como una familia disfuncional, alguna situación de insatisfacción que se da generalmente en los jóvenes; ante la falta de acompañamiento, se ven contaminados por influencias externas", señala.

La recomendación de Leiro es que los padres dialoguen con sus hijos y establezcan normas de conducta en el hogar con relación a tiempos y horarios. No se trata de prohibir el uso de las redes, sino de medir su utilización.

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