jueves, 12 de junio de 2014

A 79 años del fin de la Guerra del Chaco

Un excombatiente sostiene la mano de un niño en una foto ilustración de 2011. / Gustavo Báez, ABC Color
Este jueves se celebran 79 años de la Firma del Protocolo de Paz entre Paraguay y Bolivia. El acuerdo tuvo lugar en Buenos Aires. El fuego cesó dos días después, el 14 de junio, al mediodía, tras casi tres años de sangriento combate.
Van quedando cada vez más pocos. El paso inexorable del tiempo deja ya a pocos de aquellos quienes tomaron las armas para defender el Chaco paraguayo en la guerra que enfrentó a nuestro país con Bolivia entre 1932 y 1935.
Los excombatientes que siguen vivos son aquellos que fueron a la guerra muy jóvenes. Unos 700 de ellos quedan en las sombras del presente. Son los héroes de una generación gloriosa cuyos colores se van degradando por la desidia y el olvido del Estado y por qué no, de los ciudadanos.
El genial historiador Eric Hobsbawn, en su “Historia del Siglo XX”, escribe que el conflicto entre Paraguay y Bolivia fue, sin quererlo, un epílogo de la Primera Guerra Mundial. Para el académico, el espacio entre las dos guerras mundiales estuvo lleno de conflictos y la Guerra del Chaco fue uno de ellos. Olvidada – dice el escritor – fue una de las guerras más sangrientas del Siglo XX.
Enseñan en las escuelas y colegios que Paraguay ganó la guerra. La ganó porque no dejó que Bolivia completase sus pretensiones de llevarse gran parte del Chaco. Nuestro país perdió unos 110.000 kilómetros cuadrados de territorio, mientras que desde Bolivia cuentan que ellos perdieron unos 235.000 kilómetros cuadrados.
Combatieron más de 200.000 soldados bolivianos y 100.000 soldados paraguayos. Los héroes de aquellos años aprenderían a sobrevivir a la desventaja con un sinfín de tácticas que hoy son leyendas.

Pero como en todo conflicto, la historia la escriben los ganadores.
Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Brasil y los Estados Unidos oficiaron de mediadores en una reunión que se hizo en Buenos Aires desde el 9 de junio de 1935 y duró hasta el día 12. El cese del fuego se había fijado para el 14 de junio al mediodía.
Que ninguno de los dos ejércitos debía modificar las posiciones ocupadas, ni reanudar la lucha mientras se gestionaba el acuerdo definitivo.
Que una comisión militar neutral establecería la línea de separación de los ejércitos de ambos países.
Qué los gobiernos de Paraguay y Bolivia no debían adquirir materiales bélicos hasta la firma del tratado definitivo. Y que en noventa días los ejércitos de ambos países debían reducirse a cinco mil hombres.
El tratado final de paz y límites con Bolivia se firmaría tres años después, el 21 de julio de 1938.
abc color

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