jueves, 9 de octubre de 2014

LOS PADRES PERMISIVOS CULTIVAN "NIÑOS Y NIÑAS CAPRICHOSOS"

Su corta edad no es limitante para conseguir lo que desean, son tan inteligentes, que saben que ante cualquier escena de berrinche sus deseos se cumplen de inmediato.

La nula o poca autoridad de sus padres los lleva a actuar así, están conscientes de que si quieren algo sólo es cuestión de llorar, gritar, patalear o bien tirarse al piso. Y es que estas escenas hacen que sus padres accedan de inmediato ante cualquier anhelo.

PADRES SIN AUTORIDAD

Fabián Agramón, licenciado en Psicología, sostiene que esto sucede porque los padres no establecen reglas de comportamiento, atienden las necesidades de los pequeños en exceso, muestran extrema tolerancia y no usan los castigos para disciplinar.

“Los padres permisivos evitan hacer uso del control, utilizan poco el castigo y muestran una excesiva concesión en las demandas de los hijos; se muestran tolerantes y tienden a aceptar positivamente los impulsos del niño. Su estilo comunicativo es poco efectivo y unidireccional, considerando en exceso las iniciativas y argumentos infantiles”.



Ante esta actitud blanda de los padres, la mayoría de los niños se aprovechan y como que no serán regañados, sino al contrario, actúan de una manera caprichosa, déspota y grosera con sus padres.

“Las consecuencias de ser unos padres consentidores es que se forma a unos hijos que tienden a tener problemas para controlar sus impulsos, así como dificultades para asumir responsabilidades, son inmaduros, y tienen bajos niveles de autoestima y se va formando, en algunos casos, a los próximos delincuentes”.


Y es que son las madres de familia, quienes son más fáciles de chantajear por los hijos, pues son las que pasan mayor tiempo con ellos y si son hijos de padres divorciados o separados siempre el niño o niña va a estar del lado de quien lo consienta mas, para lograr obtener sus caprichos, esto trae como segunda consecuencia el enfrentamiento entre los padres, es importante que ambos padres hablen un mismo idioma, es decir que se pongan de acuerdo en la posición que deben de fijar ante un berrinche de su hijo, que mantengan su autoridad y que no se lleven la contraria al decidir que hacer.

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