domingo, 13 de marzo de 2016

Varias carreras universitarias son callejones sin una salida laboral

La falta de planificación hace que la distribución de los conocimientos sea deficiente; hay 22.000 abogados, pero faltan técnicos en ingeniería.
En la UNA casi la mitad de sus estudiantes cursan carreras humanísticas y en el sector privado todo depende del estudio de mercado.Ni la corbata ni el prolijo traje evitan que seis de cada 10 abogados estén sin trabajo. Mientras, hacen falta más ingenieros que cubran áreas de gran rigor técnico. Esta paradójica situación se debe a la falta de planificación en las áreas del conocimiento a nivel universitario.     


Por ejemplo, de los 40.000 estudiantes de la UNA, solo 3.545 estudian Ciencias y apenas unos 205 están matriculados en áreas del conocimiento relacionadas a ofrecer un servicio.    

Según datos del Círculo de Abogadas del Paraguay, de 10 abogados seis no trabajan por la masiva presencia de profesionales en este gremio, que satura el mercado y produce desempleo y frustración.    

Las carreras como Derecho, Psicología y otras áreas humanísticas están saturadas; no tienen salida laboral y nunca fueron parte de una planificación, sostiene la Dra. María Liz García, de la Asociación de Universidades Privadas del Paraguay (APUP).    

"Las carreras masivas, como Derecho y otras similares, producen centenares de desempleados por falta de demanda", opinó.    

Agregó que lo mismo sucede en algunas áreas de la carrera de Psicología,    

Irregular distribución de conocimientos    

La Universidad Nacional de Asunción (UNA) tiene 39.500 matriculados y se estima que el sector de universidades privadas tiene 60.000 estudiantes.    

Mientras en la UNA el 51% de sus matriculados cursan carreras como Derecho, Ciencias Sociales o Educación Comercial, el 80% de las carreras que se ofrecen en las universidades privadas son técnicas y de rápida salida laboral.    

"Nosotros hacemos un estudio de mercado para determinar qué tipo de carreras son las más solicitadas y trabajamos a base de eso. Jamás vas a encontrar una carrera como Literatura en una universidad privada, porque la misma no tiene una segura y rápida salida laboral", planteó  Juan de Dios Garbett, vicerrector de la Universidad Autónoma de Asunción.    

Con esta postura, todo lo que se enseña depende de las exigencias del mercado y no responden a una política global.    

Actualmente existen 52 universidades en Paraguay, de las cuales solo ocho son públicas y el resto tiene administración privada.    

No existen datos que puedan establecer o medir la calidad de la enseñanza que se imparte en el sector privado.    

Donde sobran unos, faltan otros

"No sabés lo que cuesta encontrar un ingeniero mecánico que pueda desempeñarse como jefe", comentó Víctor Servín, de la firma Tape Ruvicha.    

A su entender, es inexplicable cómo no se fomenta el estudio en áreas tecnológicas, científicas o técnicas.    

"Nos peleamos todos por las personas calificadas, hay un tremendo déficit, para más, son cargos donde se paga un buen salario", agregó.    

Mientras hay 22.000 abogados, el Centro de Arquitectos del Paraguay tiene registrados a solo cinco ingenieros electrotécnicos.

"Se debe responder a las necesidades del país, de otro modo, solo se producen desempleados con títulos", concluyó.

"Se tiene que planificar la educación"

 "No hay otra salida: se tiene que planificar la educación con las carreras que el país necesita", planteó Mario Ruiz Díaz, de la Secretaría Técnica de Planificación.    

El funcionario es de la tesis de que la formación de recursos humanos debe responder a la demanda y a las necesidades del mercado. 
Por ello, el Estado debería cumplir un rol regulador y de facilitador de acceso a la educación a aquellos sectores vulnerables.    

Reforzar la formación

Mencionó también que se necesita reforzar la formación técnico profesional, principalmente, de aquellos sectores o carreras de contenido técnico o tecnológicos.    

Expresó que el Gobierno nacional a través del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y con el apoyo de otras instituciones del Estado, se encuentra en etapa de elaboración de un "Plan de mejoramiento de la educación técnico-profesional en el Paraguay".

Busca justamente mejorar la calidad de la formación profesional.    

Solo de esta forma se podrán cubrir aquellas áreas deficitarias y dar opción de formación y capacitación a aquellos jóvenes que por diversas razones no pueden acceder a una formación universitaria.

Actualmente existe en el Parlamento  un proyecto de ley que pide que la Secretaría Técnica de Planificación tenga participación en la creación de nuevas carreras. 

Se tiene que dar una verdadera reforma   

La Dra. María Liz García propuso que para elevar la condición de toda la enseñanza universitaria en el país, es necesario pensar una reforma que vaya mucho más allá de un mero marco normativo.    

"Lo primero que se debe hacer es buscar un reforma que también afecte a la malla curricular de todas las casas de estudios del nivel universitario. El cambio debe pasar por ahí", mencionó.    

A su entender, hay que ajustar las mallas curriculares a las exigencias de un mundo cada vez más globalizado con fuerte presencia de la tecnología.    

"Lo que ahora  existe es una estructura contenida en un marco normativo que finalmente es un conjunto de enunciados de buenas intenciones, aspiraciones, pero escasamente apoyado por recursos humanos y financieros, que permita una verdadera revolución en materia de carreras técnicas", dijo.

Desde su punto de vista, la universidad paraguaya debe romper el pesado  aparato burocrático que impide estar a la altura de modernas exigencia.

La meta de la UNA es investigar, según rector

El Ing. Pedro González, rector de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), manifestó que la principal misión de la universidad es la investigación. "La UNA se debe dedicar a crear conocimientos antes que crear masificaciones", sostuvo.

Negó que la UNA tenga que hacer un estudio de mercado para establecer las carreras que ofrecerá a los estudiantes. "Eso solo lo hacen las privadas", dijo.

El rector sostiene que la meta de la UNA es la investigación; sin embargo, solo se invierte una ínfima parte de su presupuesto a quehaceres científicos. De los más de 600.000 millones que la UNA maneja cada año, se destina un poco más de US$ 5 millones. La mayor parte del recurso va destinada a pagar el sueldo de los docentes investigadores. 

Cada año ingresan a la UNA unos 7.000 estudiantes y se postulan casi 12.000. El rector dijo que hasta la fecha no tienen un seguimiento de la cantidad de estudiantes que tienen un título universitario, pero que están sin trabajo.

Dijo que esto puede suceder en Derecho, pero insistió en que los estudiantes de ingeniería tienen asegurado un puesto laboral incluso antes de terminar la carrera.

"En Ingeniería y Medicina todos los estudiantes tienen trabajo, sobre todo, por la gran calidad de los mismos", planteó.   Agregó que la carrera de Derecho es la que tiene mayor convocatoria: Tiene 2.348 postulantes, pero ingresan 1.494.

Buscan elevar el conocimiento tecnológico

La novedad este año en la UNA es la habilitación de la carrera de Biotecnología. Danilo Ríos, uno de los coordinadores de esta carrera, explicó que lo que se busca es ofrecer conocimientos que se traduzcan en servicios con valor agregado.

La tendencia, según el docente, es encontrar soluciones a los problemas en el ámbito de la medicina, la agronomía, o cualquier área donde se plantee un problema.

"En otras partes del mundo, la universidad dejó de ser un actor pasivo en la sociedad y se dedica a brindar soluciones. Con el uso de la tecnología, los estudiantes se dedican a mejorar los tejidos para la importación, a mejorar la calidad de la carne etc.", mencionó.
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