En la fecha se conmemora el Día del Idioma Guaraní, ya que el 25 de
agosto de 1967 se promulgó la Constitución Nacional, que por primera vez
otorgó rango jurídico al Guaraní al reconocerle como Lengua Nacional.
Con esa constitución promulgada se dio libertad de expresión a la
gente común que sentía la necesidad de hablarlo libremente; sin la
consabida preocupación de ser discriminado por tal acto.
En efecto, en el año 1992 la Convención Nacional Constituyente
resuelve incluir la disposición en la Constitución Nacional por la cual
se declara al guaraní como idioma oficial de la República del Paraguay
junto con el castellano (Art. 140º), y se dispuso la obligatoriedad de
la enseñanza en lengua materna del educando y de instruirse asimismo en
el conocimiento y el empleo de ambas lenguas oficiales de la República
(Art. 77º).
Con la oficialización, se subsana la discriminación que desde siempre
sobrellevó el idioma guaraní frente al castellano. El campesino
paraguayo se sintió con permiso de expresar sus ideas en su lengua
nativa, querida (y hasta ese momento discriminado) “el guaraní”. Luego
en un proceso lento pero constante, se fue insertando el estudio del
guaraní dentro del programa de estudio nacional. El proceso fue lento,
pero hoy vemos que valió la pena. Ya nadie nos puede llamar GUARANGO.
Identificarnos con nuestros antepasados guaraníes, que hicieron florecer
la Arquitectura de los Jesuitas, llenaban de alimentos los barcos de
los invasores, conquistadores, son muestras de la nobleza y la
inteligencia de nuestros antepasados.
La historia nos cuenta que con la aparición de las primeras
creaciones literarias de la Cultura guaranítica se completa el proceso
de la idealización de los valores. La tribu no sólo produce los enseres
del hogar, los implementos para su industria, las armas de la caza y de
la guerra, sino además expresa su expresión artística que es
rudimentaria, pero importante en lo social; así como la música y la
danza, adquiere mucha importancia en la historia de las naciones
guaraníes.
Entre los principales instrumentos musicales de que se
sirvieron pueden citarse el mimby chué, especie de flauta muy parecida a
la quena peruana; el congoera, flauta más grande hecha de hueso; el
uatapú, bocina a la cual atribuían los indios la virtud de atraer a los
peces; el mimby tarará, gruesa bocina de guerra; el turú, hecha del
cuerno de la vaca; el curugú, de sonido horrible y lúgubre; y el
mbaracá, especie de guitarra rústica hecha de grandes calabazas, y al
que las tribus atribuyeron un sentido religioso. Había también danzas de
carácter semi religioso.
Durante la guerra del Chaco, cuando las tropas
paraguayas llegaron al Parapití, los guaraníes que moran en sus
márgenes las recibieron con alegría, como a hermanos en la raza; y
acompañaron a los combatientes un buen numero de esa parcialidad,
quienes combatieron hasta sucumbir el ultimo (demostrando así que venían
de heroicos y valientes combatientes).
Moisés Santiago Bertoni dejó anotaciones y publicaciones muy
importantes sobre los mismos. El ilustre y sabio hombre de ciencia,
reconocido internacionalmente- dedicó gran parte de su vida a
promocionar, con profunda convicción, la Cultura Guaraní por
considerarla el reflejo de la milenaria, justa, solidaria y democrática
Civilización guaraní.
El idioma de los guaraníes, es aglutinante y en gran parte de origen
onomatopéyico. El indio cultivó con gran esmero su lengua amada y la
hizo singularmente rica, flexible, llena de dulzura para traducir la
emoción amorosa, precisa y transparente en la argumentación. El estudio
de nuestro idioma no es “un simple proyecto educativo para aprender un
idioma”; sino es el instrumento que ayuda al fortalecimiento
socioeconómico y cultural del país. Es nuestra obligación fortalecer su
difusión correcta y científica.
enparaguayo.com
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