El juego en el que se colocan dos lápices en forma de cruz para obtener respuestas básicas sobre ciertas preguntas causó furor en las redes sociales porque la gran mayoría lo consideró un fenómeno paranormal. Pero esto no es así y aquí lo explicamos.
Los que intentaron “jugar con Charlie” se vieron con miles de dudas cuando los lápices empezaron a moverse, a veces hacia un “sí” como respuesta y otras hacia el “no”. Tanto que muchos no vieron de otra que atribuirle estos extraños fenómenos a una causa paranormal.
Pero la verdad no es que existe un Charlie en el más allá, son la fuerza de la gravedad y la posición delicada e inestable de los lápices los que causan estos movimientos.
Por esta razón es que el mínimo temblor en la superficie donde se apoyan los lápices o que alguien respire muy cerca de ellos pueden hacer que el lápiz vaya a un lado o al otro.
¿Y si no se mueven? En caso de que los lápices no se muevan, también existe una explicación lógica y es que los lápices no se encuentran perfectamente alineados o la superficie de contacto es muy grande y por el exceso de fricción no se produce movimiento.
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