Prácticamente la mitad de las escuelas públicas no cuenta con el preescolar y el 40% de los maestros que trabajan en Educación Inicial no son especialistas.
Solo a partir del año 2010 el Estado asumió como suya la obligación de brindar educación gratuita a partir del preescolar. Anteriormente era desde el primer grado.
Sin embargo, hoy en día, de 8.000 escuelas básicas, unas 4.600 siguen sin ofrecer Educación Inicial.
Según el Ministerio de Educación, esto se debe a dos razones fundamentales: en primer lugar, a la falta de especialistas en Educación Inicial. En ese sentido, la viceministra de Educación, Alexandra Bogarín, explicó que el 40% de las escuelas no tiene profesores calificados para impartir clases en el preescolar.
Por otra parte, muchos padres desconocen aún la importancia de esta etapa escolar en el desarrollo de la propia personalidad del niño o niña, la consideran innecesaria y por tanto no llevan a sus hijos a la escuela, hasta que alcanzan la edad para ser inscriptos en el primer grado.
En consideración a esta problemática y a la importancia que merece la primera infancia como etapa fundamental en la vida de cualquier ser humano, los ministerios de Educación y Salud han trabajado en un plan que contempla la posibilidad de crear unos centros integrales de atención a la primera infancia, aunque sigue siendo una posibilidad solamente.
La viceministra también dijo que se hace cada vez más necesario reducir la edad en que los niños se incorporen a la educación formal.
“Si los gobernantes que están por asumir realmente quieren contribuir y aportar a una etapa crucial para el desarrollo de la población, deben necesariamente invertir en primera infancia”, sostuvo la viceministra.
Dijo que el MEC no lo hizo en años anteriores por motivos presupuestarios.
Mejorar las condiciones de las madres
La primera infancia pasa también por asumir la realidad de las mujeres de hoy.
“Desde hace unas décadas las mujeres estamos en el mercado laboral en la misma proporción que los hombres. La realidad del sistema socioeconómico actual no permite que las mujeres se queden en casa a cuidar de los hijos, como era la familia tradicional, y, ¿qué pasa con aquellas madres que no pueden pagar guarderías y no tienen con quién dejar a sus hijos?”, dijo la viceministra.
Agregó que el Estado debe asumir como propia la responsabilidad de evitar que los niños pasen más tiempo frente a la televisión, o sean “depositados” en guarderías, porque no hay qué hacer con ellos.
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